viernes, 14 de diciembre de 2012

A veces se me olvida que te quiero.

Otro más. Otro mes sin ti, abuelo.
Las primeras navidades sin ti.
He intentado hacerme fuerte, seguir adelante. Demostrarme a mi misma que puedo con todo, que puedo sin ti. Sin cada una de las personas que un día se quedaron atrás en mi vida.
Son cinco meses en los que ya no me acompañas. Maldito el momento en el que no te aprecié, maldito el momento en el que ella llegó, maldito el momento en el que decidió llevarte con ella.
Todas esas noches de lucha continua, esos días de paseos por aquel lugar frío y repleto de gente con trajes blancos al igual que las paredes... Esas ganas tuyas por seguir adelante, esa sonrisa que se dibujaba en tu cara y ese optimismo que derrochabas a cada minuto, demostrándole al mundo que los hay que luchan a contracorriente, que no se rinden.
Esos momentos de "adiós" que solo tú entendías. Aprendí el valor de esa palabra.
Qué larga fue tu dura lucha....
Aún recuerdo aquella llamada, esa maldita llamada de un viernes de julio de 2012 que me arrebató a un ser querido.
Que solo tu y yo sabemos que eras "mi abuelo", el único que conocí. Que te quiero como tal y que te echo de menos como te mereces.
Es cuando perdemos a alguien, cuando realmente valoramos el significado de su existencia en nuestra vida.
Prometo contarle a mis hijos la historia de mis abuelos. Prometo decirles, que ella se llevó a estas dos personas tan diferentes pero para mi tan semejantes, demasiado pronto. Tan pronto, que de uno no me dejó disfrutarle el tiempo que hubiera querido. Y del otro, que me hubiera gustado haber podido llamarle "abuelo" aunque solo hubiera sido una vez.
Que con el tiempo y los duros palos que la vida me ofrece, he aprendido que hay que demostrarle a las personas de nuestro alrededor, lo importantes que son y lo mucho que significan para nosotros día a día. Que para mi no es una vergüenza reconocer que quiero a una persona, todo lo contrario, para mi es un orgullo poder tener la suerte de sentir amor y cariño.
Esta es una de las razones de mi odio profundo hacia fechas como estas. Navidad.
Para mi, dejaron de tener sentido hace mucho, casi tanto como cuando comencé a echar de menos.
P.D: Por cierto, felicidades abuelo, ya serían 67.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Siempre quisistes volar, pero te faltaron las alas.

Parar el tiempo. Lo más fácil. Lo más complicado.
¿Volveremos a encontrarnos?
Tan solo te vi una vez. Tan solo me fijé en tu perfecta sonrisa, en tus ojos color marrón chocolate.
Caminabas por la calle sin mirar a nadie. Parecías concentrada en tus pensamientos.
Recuerdo esa tarde como si fuera hoy. Un viernes de Diciembre.
Hacía frío, las calles estaban nevadas. y tu ibas con tu pelo castaño y brillante suelto, con tu gorro azul de lana.
Tenias la nariz roja de lo congelada que estabas.
Yo estaba sentado en un banco del parque y pasastes por mi lado.
Se paró el tiempo, se paró MI tiempo.
Sentí la necesidad de besarte, de abrazarte, sentí que debería ser yo quien cuidara de ti.
Hoy, un día como otro cualquiera de un mes algo más cálido, como lo es Febrero, he vuelto a verte.
He vuelto a ver tu sonrisa, he vuelto a sentir que te quería, se ha vuelto a parar el tiempo.
Podría hacer cualquier tontería por llamar tu atención, por que te fijaras en mí.
Me miraras a los ojos y me enseñaras esa sonrisa que hace la función de paraguas para todas las tormentas.
Presentarme en tu casa, quizás, decirte que te quiero, que necesito conocer tus sueños, tus metas, tus ganas de seguir adelante.
Despertarte todos los días de tu vida con un "buenos días princesa, hoy vamos a comernos el mundo" mientras te como a besos y acaricio cada centímetro de tu cuerpo.
Demostrarte cada noche que te amo por encima de todo y que siempre tengo ganas de ti.
Cuando tu mundo se derrumbe, hacerte reir mientras hago alguna estupidez.
Abrazarte cuando digas "hace frío". Besarte cuando tus labios no callen.
Coger tu mano y entrelazar tus dedos entre los mios. Pensar que estábamos destinados.
Decirte "eres perfecta" cuando critiques alguna cualidad tuya. Porque todo eso que tu criticas, son esas pequeñas cosas que te hacen única y por las cuales yo me he enamorado de ti. Por todas esas pequeñas cosas.


sábado, 27 de octubre de 2012

carta a la francesa núm.1

Querido mejoramigo:


Sé que estás lejos, muy lejos...pero en el fondo, yo te siento cerca. Cada vez que me pongo triste porque pienso que no estás a mi lado, y me entran ganas de llorar, cierro los ojos y recuerdo tu sonrisa, tus tonterias, tus gestos, tus manías, y nuestros momentos juntos.

Qué grandes pudieron llegar a ser mejoramigo. Inolvidables diría yo, incluso únicos, especiales.
No te culpo por no haberte despedido de mi, de nosotros. Si decidiste no hacerlo fue porque lo creías lo más apropiado. Que prefiero recordarte feliz, persiguiendo tus sueños y tus objetivos, que recordarte con lágrimas en los ojos con un adiós en los labios.



Me siento orgullosa de haberte tenido a mi lado tanto tiempo, estos casi tres añitos juntos han sido los mejores.





 
 Gracias a ti he sabido lo que significaba la palabra AMISTAD. Y sobre todo, me siento orgullosa de que seas como eres. De TODO lo que puedes ofrecer siempre de tí mismo sin pedir nada a cambio. De que seas mi mitad.



 


 También darte las gracias por todo lo que has hecho por mi. Has sabido estar a mi lado en todos los momentos de la vida. En los malos, en los buenos, en los dolorosos, en los bochornosos... pero siempre con tus dos hombros sobre los cuales me he apoyado.
 
Me dices que no te olvide...¿olvidarte? ¿Cómo voy a olvidar a la persona más importante de mi vida? ¿Cómo se podría hacer eso? Por todos los kilómetros del mundo que nos separen, por todos los días, meses, años e incluso décadas, que puedan pasar, ESTARÉ AQUÍ SIEMPRE PARA TODO. Sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites.

Te deseo todo lo mejor del mundo y espero que seas feliz vayas donde quiera que vayas.
Y recuerda, siempre que me eches de menos y pienses en mí, cierra los ojos e imaginame a tu lado riéndonos los dos juntos como solíamos hacer siempre.
Que en cualquier lugar, tu y yo siempre veremos la misma Luna, el mismo Sol y respiraremos el mismo aire. Eso siempre podremos compartirlo sin que nada ni nadie pueda evitarlo.
Que algún día me gustaría saber de ti. Que sería genial que un día me llegara una carta desde Francia con un acento latino en la que ponga Emerson Mendoza, y en la que su emisor cuente sus aventuras allí, en "la mer".
Por último, pero no menos importante, decirte que te quiero muchísimo. Tanto, que no hay un solo minuto en el que no piense en ti. Que te echo de menos...y creo que me quedo corta. Prométeme que seguirás haciéndo tu lo mismo.
TE QUIERE.
TU MEJORAMIGA BERTA.
Desde Plasencia, Cáceres. España.
26 de Octubre de 2012.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Volvamos a ganarle la batalla a Diciembre

¿Cómo saber si nos equivocamos? ¿Si tomamos el camino correcto? ¿Si algún día nos arrepentiremos de nuestras acciones?
Escuchamos los consejos de la gente, soñamos despiertos con cosas que jamás tendremos, sonreímos al recordar un momento bonito, lloramos al pensar en tiempos que ya no están.

Cuando somos felices, creemos que estamos completos. Olvidamos rápido, respiramos profundo, besamos con fuerza, hacemos oídos sordos...abrazamos como si nos fuera la vida en ello.
Lo que más duele, echar de menos. Aprender a vivir con puñaladas en la espalda, con dolores de pecho y noches en vela llorando mientras desearías que alguien fuera, se sentara a tu lado y te dijera "tranquila pequeña, yo estoy aquí para todo. Levanta la cabeza que se te cae la corona".

Vuelve diciembre, tan frío como siempre. Con sus días largos, tristes y ñoños.
Tardes de contemplación de lluvias a través del cristal de la ventana.
Soñar con que vienes por detrás, me agarras por la cintura, empiezas a besarme el cuello hasta llegar a los labios. Quitarme la ropa con caricias y demostrarme que me amas en cada una de las cuatro esquinas de la cama.
Soñar con que te tiras encima del sofá a mi lado, me quitas la manta, apagas la televisión y me dices "hoy no necesitas esto pequeña, hoy seré yo tu distracción".
Y como cada domingo, coger fuerzas de flaqueza para decirle de una vez por todas que esta vez, le hemos ganado la batalla al puto diciembre.

martes, 9 de octubre de 2012

Hace frío y yo para entrar en calor, pienso en ti.

Es de noche.
Hace frío.
Me asomo a la ventana, tan helada como mis manos.
En el cielo no se ven estrellas, ni siquiera la luna ha salido hoy para alumbrar la ciudad.
Es entonces cuando pienso "ojalá estuvieses aquí".
Este sitio no es como yo creía, hace frío, mucho frío, y yo, para intentar entrar un poco en calor, pienso en ti.
Cuando me siento sola, triste, lo único que me da fuerzas, es pensar ti.Tú.
Me has enseñado a soñar despierta, volver a creer en ideas que creía absurdas. Sin duda volvería a cometer cada una de mis estupideces por volver a verte sonreir, por volver a escuchar "eres tonta, pero eres mi pequeña tonta".
Ahora estoy lejos, pero sé que cuando regreses estarás ahí sentado, esperándome en la estación donde un día me dijistes adiós por la ventana del tren. Estarás allí con los brazos abiertos y los labios secos de tanto tiempo que hace que no los beso.
Me conformaría con pasear contigo como solíamos hacer siempre, o incluso quedarme embobada mirándote y decirte "te quiero" al oido.
Según pase el tiempo, nos haremos insignificantes para los demás, pero enormes para nosotros mismos.
Miraremos al pasado y estaremos orgullosos de haber lluchado siempre por estar juntos.
Cuando termina la acción y miramos atrás, entendemos todo más y menos.

sábado, 3 de marzo de 2012

Sin trampas.


Hoy todo me es indiferente.
Que empiezo a estar conforme con lo que tengo.
No tengo a quien dedicarle estados ñoños ni canciones amorosas, pero tampoco lo busco.
Hace un tiempo que ya me cansé de esos "tequiero" falsos. Que hoy en dia está de moda decírselo a todo el mundo, pero eso demuestra que este mundo va muy deprisa y yo muy despacio.
Yo quiero ser libre, quiero vivir la vida a tope y disfrutar cada momento porque es único.
Y si algún día ese "tequiero" surge, aqui estaré esperandole, con los brazos abiertos.


Cuando le tenga, juro luchar por él hasta el final.
Pero nunca le prometeré la luna, porque no podría dársela, simplemente le ofrecería mis labios, mis besos, mis caricias, mis sonrisas y mi tiempo, para poder compartirle solo a su lado.
Compartir noches de locura y mañanas de ternura.
Despertar a su lado y sonreir mientras le veo dormir, soñar...conmigo (espero) y mientras tanto, ir dándole besos muy suaves para que abra los ojos y con sus labios me los devuelva.
Ver películas entre sus brazos, en el sofa de casa con una mantita mientras comemos palomitas y chocolate.
Decirle continuamente que es lo mejor que me ha pasado en la vida y que le quiero y le querré siempre, pase lo que pase.
El día que se acabe todo, recordar todo lo que vivimos juntos y poder decir que fui feliz, una vez en mi vida.
Pensar que mi vida tuvo sentido porque él estuvo en ella.
http://www.youtube.com/watch?v=W-w3WfgpcGg&ob=av2e