miércoles, 31 de octubre de 2012

Siempre quisistes volar, pero te faltaron las alas.

Parar el tiempo. Lo más fácil. Lo más complicado.
¿Volveremos a encontrarnos?
Tan solo te vi una vez. Tan solo me fijé en tu perfecta sonrisa, en tus ojos color marrón chocolate.
Caminabas por la calle sin mirar a nadie. Parecías concentrada en tus pensamientos.
Recuerdo esa tarde como si fuera hoy. Un viernes de Diciembre.
Hacía frío, las calles estaban nevadas. y tu ibas con tu pelo castaño y brillante suelto, con tu gorro azul de lana.
Tenias la nariz roja de lo congelada que estabas.
Yo estaba sentado en un banco del parque y pasastes por mi lado.
Se paró el tiempo, se paró MI tiempo.
Sentí la necesidad de besarte, de abrazarte, sentí que debería ser yo quien cuidara de ti.
Hoy, un día como otro cualquiera de un mes algo más cálido, como lo es Febrero, he vuelto a verte.
He vuelto a ver tu sonrisa, he vuelto a sentir que te quería, se ha vuelto a parar el tiempo.
Podría hacer cualquier tontería por llamar tu atención, por que te fijaras en mí.
Me miraras a los ojos y me enseñaras esa sonrisa que hace la función de paraguas para todas las tormentas.
Presentarme en tu casa, quizás, decirte que te quiero, que necesito conocer tus sueños, tus metas, tus ganas de seguir adelante.
Despertarte todos los días de tu vida con un "buenos días princesa, hoy vamos a comernos el mundo" mientras te como a besos y acaricio cada centímetro de tu cuerpo.
Demostrarte cada noche que te amo por encima de todo y que siempre tengo ganas de ti.
Cuando tu mundo se derrumbe, hacerte reir mientras hago alguna estupidez.
Abrazarte cuando digas "hace frío". Besarte cuando tus labios no callen.
Coger tu mano y entrelazar tus dedos entre los mios. Pensar que estábamos destinados.
Decirte "eres perfecta" cuando critiques alguna cualidad tuya. Porque todo eso que tu criticas, son esas pequeñas cosas que te hacen única y por las cuales yo me he enamorado de ti. Por todas esas pequeñas cosas.


sábado, 27 de octubre de 2012

carta a la francesa núm.1

Querido mejoramigo:


Sé que estás lejos, muy lejos...pero en el fondo, yo te siento cerca. Cada vez que me pongo triste porque pienso que no estás a mi lado, y me entran ganas de llorar, cierro los ojos y recuerdo tu sonrisa, tus tonterias, tus gestos, tus manías, y nuestros momentos juntos.

Qué grandes pudieron llegar a ser mejoramigo. Inolvidables diría yo, incluso únicos, especiales.
No te culpo por no haberte despedido de mi, de nosotros. Si decidiste no hacerlo fue porque lo creías lo más apropiado. Que prefiero recordarte feliz, persiguiendo tus sueños y tus objetivos, que recordarte con lágrimas en los ojos con un adiós en los labios.



Me siento orgullosa de haberte tenido a mi lado tanto tiempo, estos casi tres añitos juntos han sido los mejores.





 
 Gracias a ti he sabido lo que significaba la palabra AMISTAD. Y sobre todo, me siento orgullosa de que seas como eres. De TODO lo que puedes ofrecer siempre de tí mismo sin pedir nada a cambio. De que seas mi mitad.



 


 También darte las gracias por todo lo que has hecho por mi. Has sabido estar a mi lado en todos los momentos de la vida. En los malos, en los buenos, en los dolorosos, en los bochornosos... pero siempre con tus dos hombros sobre los cuales me he apoyado.
 
Me dices que no te olvide...¿olvidarte? ¿Cómo voy a olvidar a la persona más importante de mi vida? ¿Cómo se podría hacer eso? Por todos los kilómetros del mundo que nos separen, por todos los días, meses, años e incluso décadas, que puedan pasar, ESTARÉ AQUÍ SIEMPRE PARA TODO. Sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites.

Te deseo todo lo mejor del mundo y espero que seas feliz vayas donde quiera que vayas.
Y recuerda, siempre que me eches de menos y pienses en mí, cierra los ojos e imaginame a tu lado riéndonos los dos juntos como solíamos hacer siempre.
Que en cualquier lugar, tu y yo siempre veremos la misma Luna, el mismo Sol y respiraremos el mismo aire. Eso siempre podremos compartirlo sin que nada ni nadie pueda evitarlo.
Que algún día me gustaría saber de ti. Que sería genial que un día me llegara una carta desde Francia con un acento latino en la que ponga Emerson Mendoza, y en la que su emisor cuente sus aventuras allí, en "la mer".
Por último, pero no menos importante, decirte que te quiero muchísimo. Tanto, que no hay un solo minuto en el que no piense en ti. Que te echo de menos...y creo que me quedo corta. Prométeme que seguirás haciéndo tu lo mismo.
TE QUIERE.
TU MEJORAMIGA BERTA.
Desde Plasencia, Cáceres. España.
26 de Octubre de 2012.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Volvamos a ganarle la batalla a Diciembre

¿Cómo saber si nos equivocamos? ¿Si tomamos el camino correcto? ¿Si algún día nos arrepentiremos de nuestras acciones?
Escuchamos los consejos de la gente, soñamos despiertos con cosas que jamás tendremos, sonreímos al recordar un momento bonito, lloramos al pensar en tiempos que ya no están.

Cuando somos felices, creemos que estamos completos. Olvidamos rápido, respiramos profundo, besamos con fuerza, hacemos oídos sordos...abrazamos como si nos fuera la vida en ello.
Lo que más duele, echar de menos. Aprender a vivir con puñaladas en la espalda, con dolores de pecho y noches en vela llorando mientras desearías que alguien fuera, se sentara a tu lado y te dijera "tranquila pequeña, yo estoy aquí para todo. Levanta la cabeza que se te cae la corona".

Vuelve diciembre, tan frío como siempre. Con sus días largos, tristes y ñoños.
Tardes de contemplación de lluvias a través del cristal de la ventana.
Soñar con que vienes por detrás, me agarras por la cintura, empiezas a besarme el cuello hasta llegar a los labios. Quitarme la ropa con caricias y demostrarme que me amas en cada una de las cuatro esquinas de la cama.
Soñar con que te tiras encima del sofá a mi lado, me quitas la manta, apagas la televisión y me dices "hoy no necesitas esto pequeña, hoy seré yo tu distracción".
Y como cada domingo, coger fuerzas de flaqueza para decirle de una vez por todas que esta vez, le hemos ganado la batalla al puto diciembre.

martes, 9 de octubre de 2012

Hace frío y yo para entrar en calor, pienso en ti.

Es de noche.
Hace frío.
Me asomo a la ventana, tan helada como mis manos.
En el cielo no se ven estrellas, ni siquiera la luna ha salido hoy para alumbrar la ciudad.
Es entonces cuando pienso "ojalá estuvieses aquí".
Este sitio no es como yo creía, hace frío, mucho frío, y yo, para intentar entrar un poco en calor, pienso en ti.
Cuando me siento sola, triste, lo único que me da fuerzas, es pensar ti.Tú.
Me has enseñado a soñar despierta, volver a creer en ideas que creía absurdas. Sin duda volvería a cometer cada una de mis estupideces por volver a verte sonreir, por volver a escuchar "eres tonta, pero eres mi pequeña tonta".
Ahora estoy lejos, pero sé que cuando regreses estarás ahí sentado, esperándome en la estación donde un día me dijistes adiós por la ventana del tren. Estarás allí con los brazos abiertos y los labios secos de tanto tiempo que hace que no los beso.
Me conformaría con pasear contigo como solíamos hacer siempre, o incluso quedarme embobada mirándote y decirte "te quiero" al oido.
Según pase el tiempo, nos haremos insignificantes para los demás, pero enormes para nosotros mismos.
Miraremos al pasado y estaremos orgullosos de haber lluchado siempre por estar juntos.
Cuando termina la acción y miramos atrás, entendemos todo más y menos.