domingo, 13 de septiembre de 2015

Si decido quedarme.

Siempre me dedico a observarte desde el otro lado de la ciudad.
Me dedico a pensarte las veinticinco horas del día, veintiséis si es bisiesto.
A imaginar cómo serán tus caricias a destiempo o qué sabor tienen tus besos.
Me dedico a soñarte en mi cama. Probando tu piel. Rozándote lento. Entrelazando nuestras manos mientras me haces sentir tuya.
Abrigarme con tus brazos.
Inventar una historia contigo.
Percibir la calidez de tus ojos marrones.

Siempre pasan los días y sigues sin estar a mi lado.
Resignada a verte desde lejos y aguantar tus idas y venidas.
Desear que hoy sea un buen día y te dignes, al menos, a dedicarme un “hola” despreocupado.

Sigue pasando el tiempo y, cada día, estamos más lejos. Mi tren suele coger una dirección contraria al tuyo. Siempre.
Y, de repente, cojo fuerzas, un día cualquiera, para mirarte a los ojos y decirte que eres el culpable de todas mis frases de amor.
Pero te veo rodeado de chicas como tú. Bajo la cabeza y recuerdo que somos polos opuestos.
Decido retirarme, una vez más, de tu camino.

Destinada a verte sonreír desde el otro lado del andén. Sin mí.
Siempre a tu lado. Siempre lejos de ti.
Siempre en la misma estación pero en diferente tren.
Siempre.
Siempre seré la chica del andén de enfrente.
Siempre, si decido quedarme.

https://www.youtube.com/watch?v=FSbwSLutRJ8